Desde 1996, la Organización Femenina Popular es parte del Movimiento de Mujeres de Negro. El 25 de noviembre de 1997, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, la Organización Femenina Popular organizó una parada de mujeres. A las doce del día llenamos varios buses y sitios estratégicos de mujeres vestidas de negro. La idea era llamar la atención de los demás habitantes, gente que iba a pie, en los vehículos, en los buses para sus trabajos, que se detuvieran y se preguntaran. Aunque en principio las personas pensaron que todas éramos viudas, después pudimos conversar y exponer nuestras propuestas, explicar la naturaleza de nuestro dolor.
Tiempo después, el 16 de mayo de 1998 ocurrió la masacre en la que los paramilitares desaparecieron a 25 personas y mataron a 7 más, en el sector del sur oriente. La Coordinadora Popular acordó montar ataúdes vacíos en la avenida del ferrocarril frente a la USO y nosotras, las mujeres de la OFP, sacamos las batas negras y nos pusimos alrededor de cada ataúd. La bata negra es el símbolo de la resistencia, del no rotundo a la muerte, y a la vez una reivindicación de la vida. Impacta en los corazones y las conciencias, despierta la solidaridad del sentimiento al asombrarse frente al horror de la muerte, es un llamamiento a la unidad local, regional, nacional, internacional y al respeto por la vida.